el mistico jejeje
hey raza!!!
hoy voy a escribir sobre la lucha libre un hermoso deporte-espectaculo (espectaculo para la gran mayoria, pero una verdadera pasion para muy pocos).
es cierto que en estos dias vivimos un boom de la lucha (puta hoy hasta en una paleta encontre calcomanias) sinceramente hecho mas por la mercadotecnia que por la cultura o por que las masas realmente vuelvan a sentir aquella pasion de hace treinta años en los dias del toreo de 4 caminos o el palacios de lo deportes...
basta hechar un vistazo a la lucha de hoy... luchadores con silla en mano ¡¡desde que salen del vestidor!!!, la mayor estrella actual (ver imagen superior) gana cada una de sus luchas con la misma pinche llave sin importar si esta "luchando" en la catedral o en una plaza de provincia, con la unica diferencia que aqui en provincia tarda 15 min desde que sale hasta que vuelve a entrar al vestidor (tal vez para ver los dvd piratas de smackdown para ver que chingados le copia de nuevo a rey mysterio (el mejor luchador fuera de mexico))... pero bueno a la gente lo que pida...
pa que vean lo que es pasion por la lucha les voy a poner unos fragmentos de un ensayo de carlos monsivais que sirvio de prologo al libro de la fotografa lourdes grobet...
En su “Época de Oro”, la lucha libre (el wrestling) (el catch-as-catch-can) es asunto sencillo y primordial: hay un número no muy amplio de atletas que van de arena en arena, de gimnasio en gimnasio, de enfrentamientos de dos a tres caídas sin límite de tiempo a vivencias del encordado como el paraíso que expulsa y el infierno que retiene. La paga talvez es mínima, el ritmo es desgastante, y las llaves corporales, y me perdonan o me redimen la metáfora, abren la puerta de los aullidos que son breves y efectivas obras de teatro.
La Doble Nelson, la Tapatía, la Quebradora... y los saltos espectaculares y los brazos alzados que apresan el triunfo, y las muecas de los enmascarados (no por invisibles menos trepidantes), puntualizan los enfrentamientos del origen.
Tal vez el más profundo de los escenarios de la lucha libre se localice en la zona de los gritos, ese elevadísimo juego diabólico que describe el evento, apuntala al ídolo, desfoga al espectador, reinventa la Guerra Florida: ¡Queremos sangre! ¡Rómpele su madre! ¡Friégatelo! ¡Chíngatelo! ¡La quebradora, cabrón! ¡No lo dejes! ¡No te quedes ahí paradote!?... Los gritos son ecos de sí mismos, y la precipitación auditiva se reconstruye en sonidos feroces, sonidos de aprobación, sonidos que animan la continuidad de las generaciones sobre el ring. Y a los gritos, al ruiderío que en las fotos se atenúa para darle su sitio a los gestos, los complementan las agonías brevísimas al final de cada caída, el rostro que se esfuerza por no desbaratarse y hacerse literalmente trizas...
ya me voy ....
sale bye...
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1 comentario:
No soy muy buena para los post :p, pero aprovecho para saludarte y comentarte que esta muy bien tu blog. Sobre la lucha libre me gustó, y me hizo reflexionar je, ya que estaba siendo inducida por la merdotecnia :S; tambien me gustó como citaste a Carlos Monsivais, ya que no había leido sobre la lucha libre de esa epoca. By hasta la prox.
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